Aunque se dice que no es correcto juzgar a una persona antes de tratarla, siempre tenemos una primera impresión. A partir de este será el trato que recibiremos.
Sí ves sonreír a alguien y lo hace de una manera libre y confiada, pensarás que es una persona segura, feliz, alegre e incluso exitosa.
Unos dientes amarillos, fracturados o con alteraciones en el color no dan una imagen agradable, sino que rompe la armonía que pudiste conseguir con la mejor vestimenta o ese corte de cabello.
¿Cómo consigo una sonrisa que transmita mi confianza?
Podríamos comenzar a partir de unos dientes bien alineados, pero sí tenemos fracturas, coloraciones anormales en uno o más dientes, o formas que no son de nuestro agrado en nuestros dientes, puedes optar por carillas dentales o también conocidas como laminados o veneers.
¿Qué son las carillas, laminados o veneers?
Son restauraciones dentales que se colocan en el diente, dando una mejora en la forma, color y brillo. Se hacen a partir de un desgaste selectivo, menor a la punta de una pluma común.
Hay diferentes materiales, las de resina y porcelana son las más comunes, pero hay diferencias muy importantes que debes considerar.
¿De resina o de porcelana?
Ambos materiales son buenos pero debes de tener en mente que es lo quieres. Si lo que deseas es un material fácil, rápido y económico de colocar, las carillas de resina serían una opción aceptable.
Pero si lo que te interesa es algo duradero, con mejor relación costo-beneficio; que no importa si consumas café, vino tinto, tabaco o algún alimento que manche, o que cambie de color con el paso del tiempo. Tu mejor elección y la que recomendamos son las carillas hechas de porcelana